—¿Podemos hablar?
Estaba a punto de decir que no y Tamara me cogió la mano y dijo:
—Anda. Te espero aquí. –Miró a Michael a los ojos y le dijo- No tardes. No tiene ganas.
Me levanté y me fui a hablar con él. Yo intentaba secarme las lágrimas pero me costaba tanto… Michael me pidió perdón por lo del día anterior y dijo:
—¿Por qué lloras? –e intentó abrazarme, me aparté y dije:
—¿Pretendes que después de dejarme tirarme en uno de mis peores momentos venga y te trate como si nada? ¿Solo porque a tu novia le apetecía venir a verte? Lo llevas claro. Soy una pardilla, pero no era necesario que me hicieras esto.
Me miró perplejo y dijo:
CAPÍTULO 4:
—Pero, Reb... ¿mi novia?
—Sí, tu novia, Amy.
Mike soltó una carcajada y me dijo:
—Amy es mi prima.
—¿Qué?- lo dije gritando y Tamara se acercó a nosotros y dijo:
—¿Qué pasa?
Mike dijo:
—Pues que Reb piensa que Amy es mi novia...
—¿Y no es así?-dijo Tam.
—¡Claro que no! Es mi prima.
Tamara empezó a reírse y dijo :
—Oh god.
Y siguió riéndose. Luego añadió:
—Te espero en la mesa, Rebeca, terminad de hablar y nos vemos ahí, cielo.
Se fue soltando una carcajada. Me puse roja como un tomate y le pedí perdón a Michael por haber sacado esas conclusiones. Él me dijo:
—Entiendo que puedas haber malpensado de Amy. Siento haberte dejado sola en un mal momento, pero la madre de Amy, mi tía, tiene cáncer...y Amy lo está pasando bastante mal, por eso vino a casa sin avisar. Se ha extendido el cáncer...
Me quedé fría. Y dije:
—Lo siento mucho, Michael, de verdad. Me voy con Tamara, pasado mañana me voy al campo, ya te llamo y nos despedimos, ¿va?
—Perfecto.-sonrío y se fue con sus colegas. Me dirigí a la mesa de Tam y me senté, ella al mirarme se puso a reír otra vez y dijo:
—Lo siento, tía, pero ha sido muy bueno. Parecía de película.
Hablé con Tam y le conté lo de la madre de Amy... después nos fuimos a casa y al llegar vi que tenía un mensaje de Tamara, que decía ''llámame'' . La llamé enseguida y me dijo gritando:
—¡TÍAAAAAAA! que mis padres me han dicho que si no quiero ir sola al campamento de verano, pedimos que nos devuelvan el dinero y si tus padres están de acuerdo, me voy al campo contigo.
—¿QUÉ ME ESTÁS CONTANDO?¿EN SERIO? Nada más lleguen les comento y te llamo. Bye.
Me fui a la cocina a cenar y mientras cenaba llegaron mis padres y les conté la idea de Tamara. Aceptaron. Estaba tan emocionada, creo que sin ella me moriría en ese maldito campo. Me fui a la cama. A los 15 minutos más o menos entró mi padre y dije:
—¿Qué quieres?
—Tranquila. Vengo pacíficamente a felicitarte por tus notas, de verdad.
—Bien, gracias.
—Rebeca, ¿por qué me odias?
—Eres mi padre, no te odio realmente, pero odio tu forma de ser. Simplemente porque no soy como tú quieres que sea soy una mala hija.
—No es así..
—SÍ LO ES. Como mi hermano es médico como tú y encima trabaja en Londres yo tengo que ser igual, pues no quiero.
—Siento darte esa impresión. Solo quiero lo mejor para ti, buenas noches.
—Nights.
No podía dormir, daba vueltas y vueltas pensando en todo lo que me rodeaba, ¿por qué no podía ser esa chica perfecta y popular del instituto? ¿por qué no podía tener buenas notas siempre? ¿por qué mis padres nunca estaban orgullosos de mí? Da igual lo que hiciera, siempre miran lo que hago mal y es agobiante.Finalmente me dormí. Al día siguiente me levanté y me puse a ordenar la maleta, ya no quedaba nada para irme. Estaba emocionada porque Tamara se venía conmigo. Pasé el día arreglando todo para que no se me olvidara nada. Cogí mis CDs de 'Justin Bieber', 'One direction', 'Demi Lovato' y 'Taylor Swift' era lo único que me relajaba en mis peores momentos. El día se pasó volando. Al día siguiente ya era el día de irme así que llamé a Mike y le dije para vernos, me invitó a comer a su casa así que acudí. Llegué y le conté que Tam se venía conmigo al campo, hablamos un buen rato y vimos una película, finalmente era la hora de despedirnos, nos dimos un fuerte abrazo y nos miramos fijamente a los ojos y él añadió:
—Espero verte pronto, te voy a echar de menos, pequeña.-me dio un beso en la frente.
—Yo también voy a echarte de menos, Mike, pásate algún día por allí, por fa.
—Lo haré.
—¿Pinky promise?
—Pinky promise, enana.
Nos dimos el último abrazo y me fui. Llegué a casa y Tamara acababa de llegar, me guiñó el ojo y me dijo al oído ''ahora me lo cuentas todo, eh''. Preparamos el coche y nos fuimos al campo. Después de 5 horas de viaje llegamos, era todo tan....¿horrible? odio el campo, creo que ya se nota. Bueno, vimos a mi abuelita, la saludé y luego tocaron a la puerta...