Me preguntaba quién llamaba al timbre… según había entendido no había nadie y no tenía que venir nadie tampoco. Me levanté del sofá y me acerqué a la puerta. Era Amy. ¿Qué estaba haciendo allí? Amy es la chica más ‘popular y atractiva’ del instituto según los chicos. Es animadora y siempre va enseñando algo. En fin, cuando estaba montándome un lío en mi cabeza porque posiblemente era la novia de Michael… él entró a la habitación con ella. Ella solo me miró fijamente y dijo:
—Hey,
pardilla.
Y Michael hizo
una mueca de sonrisa falsa y me dijo:
—¿Podemos
hablar luego?
Lo miré fijamente y me fui dando un portazo. Estaba pasando un mal momento y ¿me deja tirada? Estaba claro que Amy era la novia de Mike. Era normal que se fijara en alguien como ella y no en mí, yo claramente era eso, una pardilla. Finalmente, me fui a casa. Llegué y mis padres cenaban. Mi madre hizo un intento de sonrisa pero me fui directa a mi habitación. Me acosté en mi cama y me puse a oír música. Me quedé profundamente dormida hasta el otro día. A las 09:00 am me desperté y recordé que ya no había instituto. Sonreí. Pero justo recordé todo lo genial que me había pasado el día anterior –notad mi ironía, claramente- y la sonrisa se esfumó de mi cara.
Mis padres trabajaban así que tenía la casa para mí sola, menos mal. Bajé a la cocina y había una pequeña nota, que ponía:
‘’Rebeca, comienza a hacer las maletas, en tres días nos vamos
al pueblo y tendrás que llevar bastantes cosas…son casi tres meses.
Te quiere, mamá’’.
Pensé ‘’oh, gracias por recordarme el infierno que me espera’’. Desayuné y le envié un sms a Tamara para que viniera. Cuando vino a por mí nos fuimos a un centro comercial enorme donde hablamos sobre la ‘gran idea’ de mis padres de irnos al estúpido campo. Y después de hablar de ello por un buen rato le dije:
—Tú vas
a ir, ¿verdad?
—Supongo
que sí, pero no me gusta la idea de ir sola. Jackson no va, ¿sabes?- Jackson es
el ex novio de Tam.
—¿Y eso?
—Creo
que se va con su novia de crucero. Ugh.
—JAJAJA,
celosa…
Caminamos por un rato hasta que nos sentamos a comer en Nando’s, moríamos de hambre y la comida de ese lugar estaba deliciosa. Mientras comíamos me dispuse a contarle lo que había pasado con Michael, así que le conté lo que pasó después de que mis padres me dieran la noticia… con Mike. Empecé a llorar y Tam me abrazó y dijo:
—Anda,
tonta, no llores.
—Tía,
cómo no quieres que llore. Mis padres acaban con el plan que llevo haciendo
durante todo el instituto, el chico que tanto me gusta me lleva a su casa para
consolarme y justo llega su novia. De verdad, es inevitable que no llore.
Tam me abrazó mientras me decía:
—Voy a
hablar con mis padres e iré una semana a quedarme contigo en el campo. Lo
pasaremos genial, venga, cielo, sonríe.
—¿Qué
sería de mi sin ti? Te quiero tanto, Tam.
Yo seguía llorando
y de repente Tamara se quedó mirando fijamente detrás de mí, y sentí que había
alguien, era Mike. Me puso la mano en el hombro y me dijo
—¿Podemos
hablar?
Estaba a punto
de decir que no y Tamara me cogió la mano y dijo:
—Anda.
Te espero aquí. –Miró a Michael a los ojos y le dijo- No tardes. No tiene
ganas.
Me levanté y me
fui a hablar con él. Yo intentaba secarme las lágrimas pero me costaba tanto…
Michael me pidió perdón por lo del día anterior y
dijo:
—¿Por
qué lloras? –e intentó abrazarme, me aparté y dije:
—¿Pretendes que después de dejarme tirarme en uno de mis peores momentos venga y te trate como si nada? ¿Solo porque a tu novia le apetecía venir a verte? Lo llevas claro. Soy una pardilla, pero no era necesario que me hicieras esto.
Me miró perplejo y dijo:
—Pero,
Reb- sonrió… *continuará en el próximo capítulo*
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